



Testimonio
"Mi pasión por aprender me dio fuerzas para seguir estudiando"
Estudiar no se me hizo difícil, al contrario, fue fácil porque siempre conté con la ayuda de mis profesores y compañeros. Cuando no entendía algo iba a la casa de algún amigo y juntos hacíamos deberes. Además, había veces que me quedaba después de clases con mis maestros para que me expliquen la materia que vimos ese día. Habían docentes buenos, que sí me ayudaban pero también malos. Tuve unos profesores de Física y Química que siempre me ponían malas notas porque yo no entendía la materia y nunca me quisieron explicar. Pero siempre busqué otra ayuda para no quedarme de año.
Cuando empecé en esta institución estudiaba en la tarde y ahí mis compañeros eran malos, tuve bastantes peleas, mi mamá fue hablar pero no pararon; por esta razón me cambié a la mañana, en el mismo colegio, ahí ya mis amigos eran más comprensibles y me ayudaban para seguir estudiando. Ahora que ya acabé el colegio y la universidad estoy trabajando para poder sustentar los gastos de la tesis y tener la tecnología de la especialidad que me gusta.
Mi nombre es Juan Carlos Puente tengo 22 años y tengo una discapacidad auditiva. Estudié en el colegio Vida Nueva, en Quito, y en el Instituto Rumiñahui en Sangolquí. Me especialicé en Informática y ahora estoy realizando mi tesis para poder graduarme de algo que me gusta.
Encontrar el colegio no fue fácil, mi mamá buscó varias instituciones porque yo ya salía del Centro Auditivo Oral (CAO) y necesitaba un lugar para estudiar. Ella preguntó en el Colegio Vida Nueva y ahí me abrieron las puertas. Estudié ahí desde cuarto curso y escogí Informática porque es algo que me parece muy factible estudiar y aparte me gusta mucho.

Entrevista
Javier Toaza, terapista del Centro Auditivo Oral
¿Cuál es el procedimiento para el ingreso de un niño al Centro Auditivo Oral?
El procedimiento inicia desde que son bebés. Primero entran en audiología y se diagnostica el nivel de pérdida auditiva y de acuerdo al diagnóstico se coloca el audífono. Posteriormente pasan por terapias del lenguaje y finalmente los incluimos en el sistema educativo regular.
¿Han admitido chicos de mayor edad?
Sí, por supuesto. Hemos tenido niños de 11 o 12 años, que no saben hablar, hacemos una evaluación y vemos que podemos hacer en su caso. Normalmente les remitimos a colegios de lenguaje de gestos y señas.
¿Qué tipo de capacitación tienen los educadores del Centro Auditivo Oral?
Tenemos una capacitación muy completa realizada por el Instituto Nacional del Niño y la Familia (INFA) y por la Dra. Klarc Morgan, fundadora del Centro Auditivo Oral (CAO). En estos cursos nos enseñaron métodos para educar a nuestros estudiantes tanto en la teoría como en la práctica. Además, complementamos nuestra capacitación con personas del exterior y en congresos de audiología.
¿Ustedes han dictado algún curso a los profesores de colegios que tienen el proceso de inclusión?
Antes lo hacíamos, hasta julio del 2014, cuando teníamos la autorización del Ministerio de Educación. Ahora con la reorganización nos denominaron como Centro de Rehabilitación Integral especializada de tercer nivel y esto quiere decir que somos solo un centro de apoyo para las personas con discapacidad auditiva y entre nuestras actividades no está dictar curso a los profesores.
¿Ahora quién está realizando este tipo de capacitaciones?
No tenemos conocimiento, pero creemos que el Ministerio de Educación está dando cursos a los docentes, no contamos con un registro de que esto se esté haciendo. Aparte al no trabajar conjuntamente con nosotros no sabemos cómo serán estos cursos y esto nos ha dado problemas, ya que al no ver cómo se está manejando la sensibilización a los colegios no podemos saber si el desempeño de los niños que tienen terapia aquí está bien o mal. Pueda ser que le ayudemos en algunas materias pero si en el colegio no le enseñan ahí hay un problema.
Entonces ¿cuál cree que es la solución?
Estamos realizando varios informes que conforman un macro proyecto sobre el programa de inclusión, enfatizando la importancia de capacitar a los profesores de colegio para presentarlo al Ministerio de educación y ver si de esta forma podemos volver a capacitar a los colegios.
¿En qué tipo de colegios hacían las capacitaciones?
En todos los que nos pedían. Hasta 2014 capacitamos a 48 centros educativos en Pichincha, Tungurahua e Imbabura. Solo en Quito eran cerca de 600 profesores que cumplían con esto.
¿Cómo hacen los estudiantes cuando deben asistir a terapias en horas de clases?
Lo que nosotros hacemos es buscar materias que no resten mucho aprendizaje, todas son importantes, pero por ejemplo asignaturas como educación física, inglés, computación o ahora los famosos clubes; son las horas por las que optamos para que salgan de clase. Pero siempre tratamos de que las terapias no choquen con clases.
¿Qué buscan como objetivo final?
Una buena adaptación a los colegios y también aspiramos poder impartir nuevamente la sensibilización a los colegios ya que esto es los más importante para una persona con discapacidad.
Javier Toaza, terapista del Centro Auditivo Oral, tiene 12 años en esta institución y su trabajo consiste en apoyar a los niños y jóvenes con discapacidad en el proceso de inclusión en los colegios y escuelas.

"Una detección temprana ayuda a una mejor inclusión"
